Hay días que me pregunto
si es posible volver a amar.
Me dieron mis alas
y volé tan lejos,
que perdí el miedo a caer.
Hasta que las cortaron
y ya no creo
que vuelvan a volar.
Tu me das la esperanza
que hace meses que perdí,
y aunque mis alas sean cortas,
tu las haces crecer.
Cada día más.
Gracias a ti,
que siempre quise ser.soy el ángel
Ahora solo te pido,
que no me dejes
volver a caer.
Apareciste en el mejor momento.
Y ahora tratas de arreglar
lo que un día ya se partió.
¿Debo permitirlo?
Al fin y al cabo,
ambos somos felices así.
Pero no sé
si ya estoy lista
para volver a sentir
todo eso dentro de mí
otra vez.
Te has enamorado
de lo que tu dices
que es un ángel.
Pero el dolor,
si no me cortó las alas,
me las tiñó de negro.
Tu siempre dices
que yo cuido de ti,
aunque yo también
necesito a mi perro guardián.
Y aunque diga que este perro
es tonto,
sé que estaría dispuesto
a hacer lo que sea
por verme feliz.
A veces creo
que me engaño a mí misma.
Creo que nunca seré capaz
de amar de nuevo.
Pero tu me das esperanza.
Para seguir,
para luchar,
para olvidar,
para querer.
No te quiero perder.
No quiero partirte el corazón.
Vivo como ángel
para hacerte feliz.
Así que déjame cuidar
a mi querido guardián.
De mi cabeza
no te saco
y mi libreta
de corazones lleno,
mientras sueño
que tu amor ya lo tengo.
Pero el miedo insiste,
porque tu rechazo
no lo quiero
y es a lo que yo más temo.
Aún así, lo que yo siento
lo debes saber
Aunque dudo
sin saber qué hacer.
Por mucho que me duela,
aún sigo:
Aún escribo,
tu nombre junto al mío.
Aún sonrío,
cuando te veo pasar.
Aún recuerdo,
los momentos a tu lado.
Aún canto,
esas canciones que te gustan.
Y todavía me pregunto:
¿qué fue lo que nos pasó?
Muchas dudas,
aún asaltan mi mente.
Pero de recuerdos
no se vive.
Seguiré sonriendo
y teniéndote presente,
mientras el tiempo pase
y entonces, me saques de tu mente.
Mi espera es en vano.
Mis lágrimas, un sin sentido.
Y tu presencia, una dulce agonía.
Verte es mi deseo,
aunque mi muerte
por dentro signifique.
Estúpida es como me siento,
cuando una sola lágrima
cae de mi rostro para ti.
No puedo evitar quererte.
En mi vida fuiste un regalo.
Regalo envenenado.
Dulce agonía.
Que ni quiero ni puedo olvidar.
No maldigo mi amor por ti.
Solo maldigo el momento
en el que dejaste de quererme.
Porque por ti sigo llorando
frente a un espejo roto
y a un reflejo de alma vacío.
Siempre estuve segura
de que serías tú.
Siempre estuve segura
de que sería para siempre.
Siempre estuve segura
de que cumpliríamos sueños juntos.
Pero ahora de eso,
solo quedan recuerdos
y dos desconocidos.
No te culpo.
Me dijiste la verdad.
Pero ahora lo que siento,
no lo puedo arreglar.
Sé que me quisiste.
Sé que me pensaste.
Crees que me perdiste.
Pero esto yo, no lo borré
y ahora como una estúpida
sigo esperando,
por algo que sé,
que no va a suceder.
La calidez de una cama
las estrellas observandonos
y el sonido de las olas
llegando a la arena.
Los ingredientes para que
toda la pasión que existe
en mi pequeño cuerpo salga
para demostrarte que mi amor
es un loco que busca tu cuerpo,
que esta temblando por tenerme a tu lado.
Jugando con lo prohibido que parece
una relación entre dos adolescentes
que solo buscan saber que se quieren
el uno al otro.
Un secreto que, ambos junto al mar
prometemos guardar
mientras noche tras noche
sigamos viendonos clandestinamente
para que solo sepamos lo que
nuestro momento esconde.
Carnal o no,
mi amor es puro y sincero.
Quiero estar entre tus brazos
y que tus dedos rocen mi cuerpo
como solo tu sabes.
Mientras tu cuello es para mi
el mas dulce manjar que puedo encontrar
más allá de lo que otros puedan pensar.
